Cuadrao pero Calvo somos un dĆŗo artĆstico formado por Judit Cuadros y Sandra Calvo, estudiantes del grado Artes y DiseƱo en la Escuela Massana. Cansadas de proyectos acadĆ©micos donde casi siempre se pretenden abordar temĆ”ticas demasiado generalistas, decidimos tomar las incongruencias que nos ofrece la cotidianidad como base para desarrollar narrativas visuales.
No trabajamos nunca sin nuestra mascota: un hombre mazado e imaginario que lucha por ganar el premio de pesos ligeros en las olimpiadas anuales de Yugoslavia y que sufre en silencio su alopecia avanzada. Cuando pide comida porque el pienso no sacia su avaricia, agudizamos el ingenio ya que la precariedad es nuestra mĆ”s mejor amiga. Nos va lo random, pues hacer uso del absurdo es lo mĆ”s coherente para nosotras hoy en dĆa.
A partir del dibujo, de la acción y de la reciprocidad entre ambas, creamos todo tipo de situaciones, a primera vista absurdas pero con una intencionalidad crĆtica. Desde salir de casa en pijama y vestirnos de gala para entrar en ella hasta colarnos en el MACBA para enganchar pegatinas clandestinas donde un par de Ć”caros reivindican su lugar en el museo. Exploramos los lĆmites del espacio pĆŗblico y privado nutriĆ©ndonos de cualquier Ćmput que nos llame la atención, ensamblando ficción y realidad. DespuĆ©s de esto, nos largamos sin dejar mĆ”s rastro que nuestra orina, restos de uƱas y olor corporal (algĆŗn japonĆ©s nos ha ofrecido lanzar una lĆnea de fragancias a partir de nuestros pedos de universitarias).
En definitiva, reivindicamos el gozo y el placer como motores de nuestros proyectos, con tal de dar a luz algo que sea honesto con nosotras mismas.

¿¿¿TE HEMOS CAUTIVADO??? DANOS UN TOQUE

De cuando hicimos una performance para rememorar lo que es ser bebé. Exposición Colapso, Escola Massana. Febrero 2016

De cuando nos dimos un choque de frentes para demostrar nuestro amor a una bandada de palomas

De cuando nos subimos a una mesa disfrazadas de pazguatas para bailar danzas griegas

De cuando robamos un banco (del parque)

De cuando la Venus de Marilyn nos paró para pedirnos una foto